Como Realizador Audiovisual muchas veces te encuentras con situaciones surrealistas y a la vez desgraciadamente reales en el mundo de la publicidad, las productoras de publicidad, los videos para empresas y corporativos. Cuando un creativo tiene una idea le pone un precio sin saber realmente cuanto cuesta llevarla a cabo en vez de preguntar y hacer un presupuesto eficaz. Esto lleva a los realizadores audiovisuales a romperse la cabeza para hacerlo lo mejor posible, pero aún así el dinero no llega para todo y la calidad del video final se resiente.